La maquinaria agrícola ha experimentado una gran evolución en pocos años. No quedan tan lejos aquellos tiempos en los que nuestros padres y abuelos trabajaban en el campo de manera manual y con ayuda, en los mejores casos, de animales tan valiosos como las mulas o los bueyes. Y es que, a lo largo de la historia, el esfuerzo por la producción de alimentos ha dominado buena parte del tiempo de la humanidad. Hoy rendimos nuestro pequeño homenaje a esta evolución tecnológica que tanto ha contribuido a la salud y rentabilidad de los cultivos en forma de maquinaria agrícola. ¿Nos acompañas?
Maquinaria agrícola: un poco de historia
El primer avance vino del arado, un paso fundamental en el que se pasó de remover la tierra golpeándola con herramientas tipo azadas a avanzar con ellas introduciéndolas en el suelo venciendo la fuerza de tiro. Y esta fue la primera máquina diseñada para trabajar los cultivos, accionadas por la fuerza de las personas o por los animales. Durante la Revolución Industrial los arados de madera fueron sustituidos por arados de hierro o acero, y se pasó de segar el trigo a mano con una hoz o una guadaña, a introducir la segadora para efectuar la siega continua.
A lo largo del siglo XIX se construyeron máquinas de vapor estacionadas que conseguían tirar de los arados, aunque su uso fue escaso. Estas máquinas permitieron la introducción del motor móvil y la locomóvil para impulsar máquinas estacionarias como las trilladoras, arrastrando otras máquinas y dejando atrás, de este modo, la tracción animal.
El primer tractor salió a la luz en el año 1892, de la marca Froelich, siendo en 1956 cuando nació la primera fábrica de tractores en España, Lanz, situada en Getafe, Madrid. En dicha fábrica se creó el primer tractor español: un Lanz Bulldog 3606 de 36 CV. Durante todo el siglo XX el tractor se fue perfeccionando, aumentando su versatilidad, mejorando su rendimiento y transformándose en máquinas radicalmente distintas a las que se fabricaban un siglo antes.
En los últimos años asistimos al empleo de dispositivos electrónicos e informáticos cada vez más sofisticados. Miden variables diversas, registran grandes dosis de información y resultan determinantes para la toma de decisiones respecto a los cultivos.
Del mismo modo, la maquinaria agrícola ha ido evolucionando hacia el desarrollo de tecnologías de cultivo que han transformado el modo de trabajar en agricultura: pulverizadores, atomizadores, abonadoras, cosechadoras, sembradoras…
En resumen, el uso de maquinaria agrícola es de gran importancia en el cultivo para alcanzar los objetivos de producción y rentabilidad de los profesionales del sector agrario. Del mismo modo, la informática juega un gran papel para mejorar los sistemas eléctricos computacionales.
En Albacete Agrícola estamos encantados de poder ofrecerte éstas y muchas otras soluciones para tu proyecto agrícola de marcas como Monosem, Hardi, Movicam o Aguirre, entre otras. ¡Ven a vernos!